Al llegar a Arenales, vimos que el centro comercial contaba con cinco pisos. En el primero había gente que escapaba a nuestro interés, dado que había otros tipos de establecimientos como cabinas de Internet y markets. En el segundo piso, vimos tiendas de cómics estadounidenses en general y figuras de acción. Al llegar al tercer piso vimos el contraste de los dos primeros pisos anteriores con este último, ya que el ambiente era más juvenil y existían tiendas especializadas en todo lo relacionado al mundo del anime. Al entrar a algunas de las tiendas vimos que el ingreso económico por parte de los dueños se centraba en la venta de películas (ovas), posters, revistas, muñecos y toda clase de merchandising relacionados a los animes (peluches, llaveros, collares, almohadas, tazas, etc.)
En cuanto al cuarto piso, el campo de venta pasó de lo visual o lo auditivo dado que las ventas se enfocaban en el rubro de la música. Vimos que las tiendas ofrecían toda clase de música relacionada a los animes (bandas sonoras o soundtracks) donde los artistas en su mayoría estaban compuestos por grupos de jóvenes, bien de mujeres o de hombres únicamente y estos grupos tenían la característica de ser numerosos, ya que pudimos observar en los posters a grupos conformados por un mínimo de cinco integrantes donde mezclaban en las letras de sus canciones el idioma japonés o coreano con el inglés (Esto tomado desde la observación de uno de los videoclips que se proyectaba en uno de los stands).
Podemos añadir que este género es considerado por ellos como J-Pop (Pop japonés) Entre estos grupos figuraban: L'Arc-en-Ciel y Girls Generation.
Por último, en el quinto piso vimos que había amplios stands donde los seguidores de los Otakus también se recreaban con videojuegos de bailes (Dance Revolution) y compartían momentos de relajo en grupos.
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